CASA EN PIRQUE

Arquitectos: Enrique Browne y Ricardo Judson Colaboradores: Jorge Campos y Enrique Merino Ubicación: Parcela en Pirque, anexa al Río Maipo Destino de la Obra: Casa de fin de semana Programa: Estar, comedor y cocina integrados en un espacio. Dormitorio principal. Escritorio y 2 baños. Superficie Terreno: 5.000 m2. Superficie Vivienda: 122 m2. Materiales Principales: Albañilería reforzada estucada y rollizos de madera. Año: 1984

Era una casa económica de fin de semana situada en una parcela en las afueras de Santiago. Sus propietarios eran una pareja con hijos mayores. Estos podrían alojarse eventualmente en la vivienda. Por lo mismo, en un comienzo deberían existir sofá-camas en el estar. En el futuro, la vivienda debía poder crecer. La parcela quedaba anexa al cajón del Río Maipo, que corre por el Norte. El terreno casi plano tiene vistas hacia el Río a partir de los últimos 30mts. Los propietarios querían utilizar agrícolamente dos tercios de la parcela, dejando el tercio anexo al Río como jardín. Se propuso un largo muro que corta perpendicularmente la parcela. Divide el área agrícola de la residencial. La parte agrícola se plantaría con frutales y el camino de acceso pasaría entre ellos, para rematar en una rotonda anexa al muro. La casa misma se adosa al muro y logra las mejores vistas al Río y la Cordillera. Consiste básicamente en un “parrón” de rollizos de madera, modulados a 3.20mts. (1/2 de los frutales). Parte del parrón está cubierto. Una línea independiente de ventanas delimita las áreas interiores. Un volumen de dos pisos traspasa el parrón, dividiendo el estar-comedor-cocina del escritorio. Este volumen establece un contrapunto vertical con el largo muro. Dicho volumen concentra los servicios en su primer nivel. En el segundo se encuentra el dormitorio principal, con espectaculares vistas. En el futuro la vivienda podría ser utilizada durante todo el año. Dado su sistema modular, la casa podía crecer sin alterar su imagen. Se cuidó de la regulación térmica de la casa. El “parrón” queda hacia el Norte. Su vegetación sería de hoja caduca, controlando el asoleamiento durante las distintas estaciones del año. El largo y hermético muro sur mantiene el calor que penetra desde el norte. Por razones térmicas los ventanales son fijos y con antepechos de madera. Dado el ambiente polvoriento de la parcela, el largo muro estaría pintado de dos colores (más oscuro abajo) algo muy usual en los campos chilenos. Una luz cenital iluminaría interiormente el dicho muro sur.